Francisca Verdejo: “Los jueces deben salir del despacho y ver la violencia machista en la calle”

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La jueza Francisca Verdejo, titular del juzgado nº 2 de Violencia de Género en Barcelona, ha explicado en las Jornadas Información y Violencia Machista la evolución y la regulación vigente del tratamiento penal sobre el tema, señalando sus progresos y las carencias de la actual Ley de Protección Integral contra la Violencia de Género “que fija expectativas que no se plasman en el articulado”.

En su conferencia “Afrontar y prevenir la violencia machista”, Francisca Verdejo ha señalado como en 1989, el Código Penal introdujo como delito la violencia habitual dentro de una familia, pero jamás se aplicó porque no existía un registro de faltas que permitiera demostrar esa habitualidad y pese a que los asesinatos de mujeres por su marido solo eran superados por los cometidos por ETA, no fue hasta 2004 cuando se aprobó la actual ley integral.

La jueza Francisca Verdejo durante su intervención en las Jornadas

La jueza ha incidido en que “se tienen que individualizar las deficiencias de la ley para poder mejorarla” y ha señalado diversos aspectos como la falta de coordinación entre Administraciones, la enorme diferencia de recursos que existe entre distintos juzgados o que en la ley no se contemplan aspectos como la violencia económica.

En el debate, la jueza ha explicado lo que puede haber detrás de algunos de los aspectos que muchas veces se resaltan en las noticias como la denegación de órdenes de protección o la inexistencia o retirada de denuncia.

Francisca Verdejo ha resaltado que aunque los jueces pueden colaborar en esta labor, la prevención del delito es una tarea más amplia y la misma ley contra la violencia de género plantea obligaciones, aunque sin mecanismos para exigir su cumplimiento, como que los medios de comunicación deben dotarse de medios de autocontrol y denunciar malas prácticas.

Sobre el papel de los jueces, Verdejo también ha señalado que deben “salir del despacho y ver la violencia de género en la calle porque eso te hace mucho más sensible y se siente la impotencia de ver que no podemos dar solución adecuada”, por lo que ha recalcado la importancia de la colaboración social “para que algún día podamos leer la noticia de que los juzgados de violencia de género han sido derogados por no ser necesarios”.